Rayada en una noche de insomnio.

Hoy me he levantado soñador, y no es por nada en especial simplemente tenía ganas de soñar despierto. Imaginar que soy otra persona, con otros problemas y en otras circunstancias. No es de extrañar que lo primero que he hecho ha sido encenderme un cigarro costumbre que debería evitar en un futuro próximo, ¡I Never today more smoking and forever! Pero hablar del tema ya me pone sobre la huella del cigarrillo fortuito que saldrá de mi cajón en breves instantes. Como iba diciendo soñaba con que la vida dejaba de complicarse, salías a la calle y no tenías que pensar en nada más que ser feliz y hacer cosas, sin ninguna obligación, y la verdad es que me sentía mejor, que coño mejor me sentía de puta madre. Y también me he visto en la piel del típico hombre que se trabaja una relación hasta que consigue lo que quiere, follar con alguien a quien apenas conoce y descargar la tensión acumulada a lo largo de los meses. No os creáis que ha sido algo fuera de este mundo, la verdad es que ha sido bastante normalito tirando a aburrido, me gusto mas el estar de toqueteo que el hecho de consumarlo. ¿Raro no? Puede ser pero yo estaba mas a gusto que un san Luis metiendo y sacando mi salchicha de entre las piernas de aquella mujer que apenas entendía mi idioma, pero divertido sí que ha sido.
En segundo lugar me he imaginado como seria si yo fuera un hacker y investigara la manera de romper los sistemas de seguridad de los ordenadores de mi barrio, sueño que se me ha visto truncado en el momento en el que me quede con la pantalla en negro y solo estaba configurando los efectos de escritorio, por cierto y como apunte, Linux es capaz de abrir el sistema de archivos de Windows mientras que el SO del magnate empresarial Bill G es incapaz de reconocerlo de por sí, y tienes que utilizar software adicional para esta tarea, un marronazo maricones clasistas. Es acojonante la capacidad de abstracción que conlleva el usar un portátil estoy escribiendo y realmente mis dedos vuelan por las teclas mientras mi mente crea un mundo paralelo haciéndome creer que escribo para alguien más que para mí mismo. Y con estas líneas llego a mi tercer sueño en consciencia el cual llamaremos subuniverso, y es que mientras escribo estas líneas siento como si encarnara la piel de un escritor el cual se dispone a crear una obra. ¿Mágico no? Si así lo creo yo, y llegado este momento cierro los ojos y pienso en la manera de despedirme no sin antes recalcar que muchas vidas soñadas y una para vivirla.